El embarazo y el parto son momentos clave en la vida de las mujeres que deciden ser madres. Sin embargo, para nuestro suelo pélvico suponen dos de los retos más importantes. Tanto si el parto se da por vía vaginal como si se realiza mediante una cesárea, todo nuestro cuerpo, y en concreto el suelo pélvico, va a necesitar después unos cuidados especiales.


Si estás embarazada o acabas de dar a luz, te dejo unos consejos sencillos que pueden ayudarte a acelerar el proceso de recuperación y a encontrarte mejor:

  1. Desde las primeras horas, puedes colocar frío sobre la compresa (incluso puedes llevar al hospital las bolsas que generan frío al romperse (bolsas de frío instantáneo).
  2. Realiza ejercicios de activación de la musculatura abdominal profunda y del periné, sin dolor, de forma suave, sólo con el objetivo de sentir poco a poco el movimiento en la zona, facilitando el drenaje de la inflamación. A medida que pasen los días, podrás ir aumentando la intensidad de las contracciones y el número de repeticiones.
  3. Toca suavemente la zona perineal, primero sobre la compresa y poco a poco, cuando te sientas preparada, directamente sobre la piel.
  4. Vigila tu higiene postural. Evita posturas de estiramiento de la musculatura de tu suelo pélvico (cuclillas, piernas cruzadas en posición de indio, etc). Vigila especialmente las posturas durante la lactancia y el porteo, si se da el caso.
  5. También debes evitar aquellos gestos que generen una hiperpresión abdominal o que generen o agraven la diástasis de rectos (por ejemplo, al levantarte de la cama). Además, es importante que evites cargar peso (el único peso que debes coger es el de tu bebé). Consulta con tu fisioterapeuta especialista para que te dé las indicaciones
    precisas.
  6. Evita esfuerzos durante la defecación. Corrige tu postura al ir al baño, coloca una banqueta bajo tus pies para flexionar las caderas por encima de los 90 grados, mantén tu espalda recta y ayúdate de la respiración. Puedes pedir cita con tu nutricionista de confianza para que te indique la dieta más adecuada en este momento. Si es necesario,
    recurre a ayudas naturales o pregunta en tu herbolario o farmacia por complementos compatibles con la lactancia, si es que estás dando el pecho. Recuerda que tu fisioterapeuta de confianza puede enseñarte a realizar los pujos defecatorios para minimizar el riesgo perineal.
  7. Masajea tu diafragma. El diafragma es una de las estructuras que modifica su mecánica durante los meses de embarazo. Para ayudarle a recuperar su movimiento natural puedes realizar ejercicios ventilatorios dirigidos y suaves masajes. Si no sabes cómo realizarlos, puedes pedir a tu fisioterapeuta que te oriente.
  8. Consulta con profesionales de la obstetricia para todas las dudas o problemas que surjan. No todas las molestias asociadas al posparto son normales y algunas de ellas requieren tratamiento. No te quedes con dudas, estamos aquí para ayudarte.
  9. Respeta tus tiempos. El regreso a ciertas actividades, como el deporte o las relaciones sexuales, requiere tiempos diferentes para cada mujer. Escucha a tu cuerpo, avanza poco a poco y pide ayuda o consejo a tu profesional de confianza siempre que lo necesites.
  10. Visita a tu fisioterapeuta especialista en suelo pélvico para realizar una valoración profesional del estado de tu periné.